Hola mis queridas amigas, quería compartir con ustedes la terrible experiencia que tuve el día 27 de febrero último. Eran las 3.34 AM. cuando se produjo el terremoto mas grande de los últimos tiempos que ha sufrido el país hermano de Chile; donde me encontraba paseando y dispuesta a irme a la playa de Isla Negra que es tan bella; pero el terremoto cortó todo transformando el paseo en una experiencia impactante y aterradora.Estábamos acostadas a punto de dormir cuando la tierra empezó a temblar con un ruido repetitivo, nos levantamos asustadas y nos mirábamos y decíamos… temblor!!!, según pasaban los segundos, no paraba y la intensidad iba aumentando, así como el ruido, según el reloj duro 2.34 min. pero para las personas que estuvimos allí duro una eternidad. Intentábamos correr sin llegar a ningún lado, el piso se sacudía y eso provocaba que nuestros pies no se mantengan sobre la tierra, íbamos por un pasillo para salir y no llegábamos nunca a la calle y el tiempo pasaba y con cada segundo que transcurría se sacudía mas y mas fuerte y el ruido era más y más insoportable. Cuando parecía haber llegado la calma, empezamos a tomar conciencia de lo que había ocurrido y empezamos a tiritar de frío y de pánico, ya que la tierra seguía temblando, con menor intensidad, pero lo único que provocaba era más pánico y desesperación. Afuera estaba todo señalado, rajadas las paredes, en la zona donde me encontraba creo que no hubo ninguna casa que quedo sin alguna ruptura, y así pasaban las horas y cuando miramos el cielo estaba amaneciendo y todo estrellado y eso es raro por que Chile tiene mucho smock y nos decían las personas que viven allí que casi nunca se veían las estrellas, yo pensaba en mi hija que había quedado en casa y no podíamos ni comunicarnos por que en el acto se corto la luz y no funcionaban los teléfonos estaba todo colapsado y eso que yo estaba en Santiago en la capital. Se imaginan como quedaron los otros poblados o ciudades pequeñas que hasta el día de hoy ni siquiera puede llegar la ayuda… solo se que fue una experiencia muy fuerte y quedara en mi mente por siempre y tratare de olvidarla por que cualquier ruido te hace temblar de nuevo, es horrible pero por suerte y gracias a Dios estoy en casa y mas tranquila, rezando para que nuestros hermanos chilenos reciban toda la ayuda posible y que sean bendecidos y puedan olvidar y componerse de esta catástrofe horrible vivida.
Que Dios bendiga a Chile